¡Es tan bella la vida!
¡Es tan bella la vida!
Los verdes montes
el aire transparente
y puro de sus laderas
Un arroyo cristalino
cantarín, por demás
Un cielo azul perfecto inmaculado
con su llama incombustible en lo más alto
Pero, ante todo prefiero
es florecer cada día
en tu tibio regazo
ser piel viviente
en tu cuerpo
y paso a paso
latir en tu corazón
en un deseo inmortal de vida
Ser torrente inagotable
que se precipita
desde mi corazón
rompiendo estruendoso
en las rocas romas
de tu felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta este trabajo