El ojo
El ojo
atrapado en un desván
está
preso de sus propias
emociones
no puede llorar
sus secos lacrimales
patalean furiosos
la arenisca superficie
del iris
cerca, roja la sierpe
que recorre silenciosa
el globuloso arco
otra azul, quizás, de príncipe
transcurre paralela sin mediar palabra
no serán de la misma estirpe.
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