Hijo, Recoge la Pena
Hijo, recoge la pena
Tiéndela quejumbroso
En el respaldo cómodo
De la silla galáctica
No la dejes sola
Constrúyele con los juncos vírgenes
De tu espíritu
Una hamaca florida
Donde pueda tender exhausta
Sus lamentos
Hijo, no vayas dejando penas
Por ahí
Yo te daré en un abrazo
El bálsamo para alegrarlas
Más no olvides que
Tendrás que poner sólo una gota
En cada una de ellas, hijo.
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