Dice El caminante 37

El origen, aquel, el del vuelo

el cambio profundo que traumatiza sin una gota de hálito

la descomposición sintética de una máscara perdida

sin remisión, en el baúl oscuro de cualquier parte

Inicio que prolonga, de manera inusual

las alas flameantes de un ser naciente en azules

en rosas, en dorados, en verdes, sus matices

que absorbe incansable los cauces cósmicos para llegar hasta ti

con la frescura límpida que dala luz de tu mirada

el beso ofrecido que emerge vivo entre tus labios y los míos

hasta llenar las capas de nuestras almas silentes

emancipando sin ocasión del paso atrás

nuestro profundo ser de una mente plana y secuencial

que dirige de forma dramática nuestros destinos

taponando con sus razonamientos, siempre quiméricos

la ventana brillante de nuestro corazón

persuadiendo con sus procesos de una lógica creada

por ella y para ella misma

Así pues, lo que estaba recluso en la mente,

esa cárcel de papel de puertas abiertas

sólo si te fijas sabrás que no es tal, sino, la trampa única

y prístina que sacó a Eva del paraíso, para no recordar jamás

el valor de su conocimiento, el único válido” el del corazón”

Ahora, es tiempo de saber, de ser, de agarrar con los hilos

flamígeros de tu alma, esta mínima oportunidad para emanciparnos,

si tenemos la energía suficiente, del mundo obtuso de la razón

y blandir con mano firme el cuerpo lumínicamente hermoso que portamos

salir del mundo del sueño de la mente desde dentro y caminar por el

con el paso firme del Ser, del Corazón, del Amor.

El tiempo es “Ahora”

Te espero.

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