Como un chorro de luz infinita

Como un chorro de luz
infinita y crepuscular
cuela el caldero opaco
del cielo monstruoso
mientras la madrastra
de la vida
agita en cucharadas
siempre grandes
la sopa boba de su mentira
y sonríe, mientras
cucharada tras cucharada
nos  ve digerir
con una sonrisa, pobre
Pobre madrastra
quizás, se sienta sola, hastiada
de su ignorancia, de su incomprensión
y nos arrastre a nosotros, arduos
e inequívocos guerreros, a su
eterno desconocimiento
Quizás, bebamos, gota a gota
la raza del saber verdadero.

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